viernes, 15 de febrero de 2013

La increíble escena del tiramisú

If I had a million... me gustaría montar la escena del tiramisú, el clímax de "La increíble historia de la chica que llegó la última", tal y como me la imagino, a lo grande. Soluciones escénicas que cuestan mucha pasta y que tienen a diez técnicos trabajando detrás.

Una vez, en la biblioteca del Reina Sofía, estaba hojeando un libro sobre Jan Fabre cuando encontré una lista de sus proyectos frustados, aquellos espectáculos o escenas que no había podido cumplir porque la realidad se le había echado encima como una ardilla voladora y cabrona.  La lista incluía performances como: incendiar un teatro, soltar tres mil mariposas rojas en un escenario (esto se lo prohibieron porque iba a alterar el ecosistema), o proponer a un grupo de madres que se arrojaran unas a otras sus bebés, lanzándolos por el aire. Estas últimas madres se negaron a intentarlo, ni siquiera en forma de "laboratorio de investigación".

Yo también quiero hacer una lista de "escenas del tiramisú" que nunca podremos permitirnos. Me imagino varias posibilidades:



-El escenario entero está hecho de tiramisú (como en esta imagen del mayor tiramisú del mundo, registrado en el Libro Guinness). Samia y Mo Farah cavan túneles con una pala, dejando una montaña a sus espaldas.

- El Presentador (Carlos) y sus azafatos (Dnoé, Sara y Juan Carlos) entran en escena subidos a dos camiones de bomberos. Enchufan con las mangueras de espuma a Samia (Anahí) y Mo Farah (Malcolm), obligados a una coreografía ridícula pero estricta. El que sobreviva gana.

-Del techo caen dos cascadas de nata, que van inundando el escenario. Samia y Mo Farah aguantan estoicamente debajo del chorro mientras el Presentador radia la competición que no podemos ver pero sí imaginar libremente.

-Sara, Dnoé y Juan Carlos aparecen vestidos de tiramisú gigante. Hay que correr detrás de ellos y cazarlos. El primero en atrapar un tiramisú, gana.

- En escena, en el suelo, tenemos todos los ingredientes necesarios para hacer un tiramisú: una cafetera italiana con café, hueveras con su docena de huevos, varios briks de leche, sacos de colacao, montañitas de azúcar y cubos de mascarpone. Los concursantes van comiéndose el tiramisú por partes, primero un ingrediente, luego otro, mezclándolos únicamente en su estómago.

-En escena, en el suelo, todos los ingredientes... y la carrera consiste en a ver quién termina antes de echarse todo por encima y acabar espolvoreado, aplastado como un huevo, embadurnado en colacao y untado en mascarpone. 

-En escena, grandes muros de nata dividen el espacio en calles, como en las competiciones de natación. Samia y Mo Farah tienen cada uno una aspiradora en forma de mochila, con una bolsa de aire transparente, a la espalda. A la de "YA!" se ponen a aspirar toda la nata en escena, que va rellenando ante nuestros ojos el saco de la espalda.

- Samia y Mo Farah tienen ante sí sendas hileras interminables de platos vacíos, cada una con su cucharita plateada. Los actores, Anahí y Malcolm, van "comiendo" en cada plato, dando cinco golpecitos obligatorios con la cuchara, y arrojando después el plato contra la pared. Alegre ambiente de destrucción en el escenario. Vajilla del Todo a 100 hecha añicos, alfombrando la victoria final de Samia.

Esta última no me parece imposible. En cualquier caso, es orgiástico, excesivo, liberador. Pero para que una imagen sea orgiástica de verdad no vale sacar un spray de nata y echárselo por encima. Esto es una escena hecha como dios manda:


Estoy pensando que a lo mejor acabamos optando por todo lo contrario. Soledad, silencio. Un solo gesto. Una bendición, como si Samia estuviera en realidad recibiendo la extremaunción. A lo mejor todo esto va de cerrar los ojos y ya está.

Maria Folguera

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